Gane o no gane, para nosotros ya lo hizo. Laia Costa para nosotros es deseos talentos nacidos en la sombra de la televisión que encontró el papel, el guión y el momento para triunfar fuera de nuestras fronteras y el actual Festival de Berlín se lo está reconociendo merecidamente. Parece que el trío de favoritas de la 29 edición de la Berlinale se resume en Juliette Binoche, Charlotte Rampling y Laia Costa. No por demérito de las demás sino porque lo imponente de cada una de esas tres interpretaciones deja fuera de toda dudas su favoritismo.
Hay cierto tipo de cine que por arriesgado e innovador provoca que la maquinaria interpretativa y el talento de sus actores – actrices aflore orgánico, puro y este es el caso de Laia Costa. El proyecto de Sebastian Schipper no es novedoso en su concepción pero si en su ejecución. Si miramos un poco hacia atrás encontramos planos secuencia vibrantes como es el caso del reciente protagonizado por Matthew McConaughey y Woody Harrelson y dirigido por Cary Fukunaga en “True Detective“. La historia del cine ha estado salpicada de grandes planos secuencias como en “Uno de los nuestros” , Kill Bill P.1 , “Old boy“, “El arca rusa“, “El resplandor” y muchos otros, pero en el caso de “Victoria“, son 140 minutos sin cortes sin tapujos de realidad visceral.
La historia de “Victoria” es la historia de una barcelonesa en la noche oscura y violenta de Berlín, una película rodada en un único plano secuencia sin aditivos, sin cortes, sin momentos para recuperar el aliento, sensación que se transmite al espectador.
Victoria, su personaje llegará a Berlín escapando de su pasado y presente de mujer responsable. A la salida de un típco pub berlinés conocerá a cuatro chicos que cambiarán el devenir de aquella noche y de su vida. Pero los cambios se producen a base de situaciones de “alto riesgo”, deudas por zanjar, atracos, carreras de coches, discotecas, bromas y hasta muertes … todo eso en un plano secuencia.
Ella declaraba hace unos días que “En las tres veces llegamos hasta el final: la toma definitiva ha sido elegida por una cuestión de ritmo. El director hizo bien su trabajo, sin agobiarnos. Los ensayos ya fueron muy divertidos. Creé hasta 30 victorias y la que aparece resume todas ellas”. “En la película se ve cómo yo grito ‘I don’t wanna go!’ porque Schipper me soltó un ‘Go!’ y yo en ese momento no me quería mover. Cuestiones de ritmo”, y ríe. “Cuando acabó el rodaje no quería regresar a Barcelona, va a ser muy muy difícil que alguien vuelva a ofrecerme algo así”.
En resumen, Laia Costa, una “disfrutona” de su profesión que descubrimos en “Bandolera” y que nos enamoró en “Pulseras Rojas” está ante esa oportunidad que seguro le cambiará la vida. Se fusionan varios condicionantes, su talento, su pasión y amor incondicional por cada uno de sus personajes. Gane o no gane, ya ha conseguido algo muy complicado, tener los focos del cine europeo sobre ella, abrir esa puerta que a veces es muy difícil, y ella lo ha conseguido. ¡Molta sort Laia !.